Saki
Saki o Héctor Hugh Munro era birmano por nacimiento, escocés por ascendencia e inglés por padecimiento. El 13 de noviembre de 1916, durante la Primera Guerra, una bala de obús lo mató. Nos dejó aparte de un par de novelas y tres dramas, unos cuentos que aterran por su precisión y finales sorprendentes. Su técnica consiste en hacerle creer al lector en un previsible desenlace y, en el último renglón, sorprenderlo con otro. Así en 'La ventana abierta' engaña haciéndonos apostar sobre seguro que la tía está loca o tiene Alzheimer cuando lo cierto es que la sobrina es una magnífica y creativa mentirosa.
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